Radha, como hemos escuchado tantas veces, no es solo un nombre corriente, porque Radharani controla a Krishna. ¡Krishna controla todo el universo y Radha lo controla a Él! Tal como se dice: “El hombre puede ser la cabeza, pero la mujer es el cuello”. Así, Radharani es ese cuello. Ella controla al Señor del universo. ¿Quién de vosotros podría hacer eso? ¡Ninguno de vosotros! Porque ese bhakti todavía no está presente en vosotros.

A todo el mundo le gusta controlar a alguien. Esta es la naturaleza del ser humano. Os gusta tener el control de todo, pero ¿quién puede controlar al Señor Mismo? No solo Srimati Radharani, todos los santos han conseguido eso porque Radha despertó dentro de ellos. Su bhakti no vacila; Su bhakti no tiene ningún fallo. Cuando el bhakti no tiene defectos, entonces Radha está ahí. En Srimati Radharani, no hay falla. No importa cómo sea Krishna, Su anhelo por Krishna, Su devoción por Krishna, Su amor por Krishna, eso es lo más elevado. Y, sin embargo, la gente intenta amar. Les gustaría amar así, pero eso no es posible. ¿Por qué no es posible? Porque aún conserváis vuestras ideas sobre lo que es el amor. Queréis amar de la manera que queréis: “yo, yo, yo, mi, mi, mío”. Queréis controlar todo.

Veneramos a las gopis, por ejemplo. Aunque estuvieran haciendo muchas cosas, sus mentes estaban en Krishna. Ellas eran transparentes. Porque Bhagavan no ha dicho que no debáis tener una vida familiar o que no debáis tener vuestro trabajo. Muy a menudo la gente espiritual piensa así. No, debéis cumplir con todos vuestros deberes, pero hacedle a Él partícipe de todo lo que estáis haciendo. Y eso es Radha. Cuando la mente tiene una concentración única y exclusiva, no hay distracción, no hay vacilación.

Esa mente anhela el objetivo. ¿Y cuál es ese objetivo? Ese objetivo es el mismo Bhagavan, Narayana Krishna. (Podéis nombrarlo con muchos nombres, todos son Él). Cuando ese objetivo se vuelve claro, Radha dice: “Está bien, esa persona merece más”. Si Ella despierta dentro de vosotros el anhelo por el Señor, pero, aun así, vuestra mente está todavía corriendo de un lado a otro, ¿cómo vais a manejar eso? ¡Decidme! Es difícil, ¿no?

Entonces, cuando esa mente se fija en el Señor Supremo Mismo, Giridhariji, entonces ese bhava, ese anhelo, despertará. Y cuando ese anhelo despierte, no os creáis que ese anhelo terminará. Muy a menudo, cuando las personas van por el camino espiritual, al principio se emocionan mucho. La gente busca el entusiasmo y la emoción. 

Antes estaba escuchando una charla durante el darshan. Alguien contaba cómo su mente se distrajo y cómo lo arregló. Pero ¿cómo creéis que sucedió eso? ¿Automáticamente, así como así? ¡No! Esa persona lo quiso. Si no lo hubiera querido, entonces, por supuesto, nunca habría sucedido. Y esta es la gracia de Srimati Radharani. Por eso en el Srimad Bhagavatam se la llama Aradhana. Aradhana significa no solo sadhana, no solamente oración, sino con qué estado de ánimo lo estáis haciendo, ese anhelo que tenéis. No se trata solamente de hacerlo mecánicamente y terminar. También existe ese profundo anhelo por Él. Esa es la gracia de Radharani.

El Nombre de Sri Radha es el anhelo por Giridhariji. Por eso siempre digo que cuando recitáis el Nombre de Radha, se refleja en vuestro anahata-chakra: el chakra del corazón. Y solamente cuando ese corazón anhela al Señor, Él puede revelarse.

Extracto del satsang de Paramahamsa Vishwananda el 6 de Septiembre de 2019 en Shree Peetha Nilaya – El Ashram

 Aprended a venerar a las gopis en los próximos cursos de canto védico dedicados a aprender de los grandes bhaktas.

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